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366 devotional readings that will unlock the secret power to Abiding In Christ

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Reimar A.C. Schultze

Llamado a la Obediencia Archivo

“Tenemos este tesoro en vasos de barro...” (2 Corintios 4:7)

"Que Tengo Que Hacer Para Ser Salvo?"

A esta pregunta la mayoría de los evangelistas en América dirían, “Debes de ser nacido de nuevo.” Uno no se atreve a discutir con esta respuesta, ya que estas fueron las mismas palabras que Jesús utilizo cuando hablo con el Fariseo Nicodemo (Juan 3:3-7). Pero para poder tener la respuesta de Jesús en esto, tienes que ir a la historia del líder rico y joven. Es el, no Nicodemo, quien pregunta, “Que tengo que hacer para ser salvo?” No hay que adelantarnos. Antes de que puedas nacer de nuevo, de tal manera que tengas una conversión buena que te lleva a todas las reuniones de oración, tienes que lidiar con la ley, con los Diez Mandamientos, y abandonar a todo, estar listo a tomar tu cruz, y seguir a Jesús en una manera continua. Si todo esto esta dentro de tu corazón, entonces estas listo para convertirte en una nueva criatura, para ver y entrar al Reino Celestial. Evangelismo efectivo, el cual produce conversos saludables, debe de empezar con enseñanzas de la ley, de tal manera que nos demos cuenta de los extremos de pecado en nuestras vidas. Esto nos llevara a un arrepentimiento del cual no nos tenemos que arrepentir. La primera de las 95 tesis de Martín Lutero dice lo siguiente: “Nuestro Señor y Maestro Jesucristo, cuando dijo Poenitentiam Agite (arrepiéntanse) quiso que toda la vida del creyente fuera una de arrepentimiento.” Lutero llevo a John Wesley, probablemente el evangelista más grande, a Jesús. Wesley siguió el método doble de evangelismo de Lutero, ley y Evangelio. Esta reportado que en una reunión Wesley predico la ley, lo cual dejo a 1,800 pecadores arrepintiéndose de sus pecados. Luego, Wesley predico el Evangelio, y que tipo de Cristianos se convirtieron estos pecadores! El mal que ha sido causado a la iglesia por estos últimos 100 años sin predicaciones de la ley y el arrepentimiento solo podrá ser revelado en el Día de Juicio. Pero ahora, lo único que podemos ver es a los millones que han sido “nacidos otra vez” que, por ser tibios, no se dan cuenta de la eternidad de llamas que les esperan.

Ahora vamos a ver el tipo de evangelismo que Jesús utilizo cuando respondió esta pregunta. Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de El, le pregunto: “Maestro bueno, que haré para heredar la vida buena?” Y Jesús le respondió: “Porque me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo uno, Dios. Tu sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre.” Y el le dijo, “Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.” Jesús, mirándolo, lo amo y le dijo: “Una cosa te falta, ve y vende cuando tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven y sígueme.” Pero el, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes. (Marcos 10:17-20). Primero vamos a ver como vino el hombre, y luego veremos que Jesús empezó su evangelio con la ley.

  Inmediatamente, este hombre tiene nuestra atención. Cada vez que alguien viene a Jesús corriendo, eso es bueno. No había mucha gente corriendo a Jesús en esos días. Pero algunos pocos, de vez en cuando, lo hacían. La multitud corría ocasionalmente, pero nunca venían corriendo para ser salvados o con este tipo de pregunta. Siempre corrían para ver un nuevo milagro. Es desafortunado que la mayoría de lo que la gente busca en nuestro mundo espiritual sea para ver milagros. No existe suficiente búsqueda para preguntarle a Jesús acerca de la vida eterna.

Y a.C. tenemos a un hombre corriendo para ser salvo. Nuestra primera impresión lo felicita por correr por su vida eterna. Segundo, es de reconocer que se arrodille ante Jesús. Esto significa que el estaba desesperado, era humilde, y estaba buscando la gracia de Dios. El no vino como los Fariseos, que buscaban una manera de encontrar falta en Jesús. No, el vino de la misma manera que toda la humanidad debería de venir a Jesús. Jesús lo amo de la misma manera en la que el vino. Jesús lo amo por la pregunta que le trajo.

Así que, esta es la pregunta. Quiero que sepas que esta no fue una pregunta que el invento en el momento, si no, el tenia esta pregunta en su corazón por mucho tiempo. Y el tenia esa pregunta consigo mismo ese día en particular. Maestro Bueno, que tengo que hacer para obtener la vida eterna? No te encanta esta pregunta? Si no hizo algo mas que preguntar la pregunta correcta, el le hizo un gran favor al mundo.

Ahora observa la manera en la cual Jesús respondió esta pregunta. No respondió en una manera tradicional, como: Cree en mi y serás salvo.” No, Jesús primero le enseño a este hombre la Ley. Aquí es donde deben de empezar los evangelistas. Dios dio los Diez Mandamientos, y Jesús quería que este hombre se pusiera contra estos mandamientos para poder ver la relación entre el hombre y Dios. De aquí lo llevaría Jesús. Porque si no tienes un corazón para los Diez Mandamientos, entonces no tienes un entendimiento de pecado, no quieres obediencia, ni tampoco santidad, y no puedes tener vida eterna sin estas cosas. No se trata de que los Diez Mandamientos te salvan, pero la manera en la cual te relacionas con ellos, si con indiferencia o con apreciación, y sumisión a la Justicia de Dios, que hace toda la diferencia en cuanto encuentras tu salvación o no. Porque no hay manera en la cual un hombre puede tener una conversión sana si no esta buscando lo recto también. Si quieres la vida eterna sin el amor de la justicia, no eres un candidato de salvación.

De nuevo, la pregunta es, que tengo que hacer para ser salvo? Jesús dijo, “Tu sabes los mandamientos: no cometas adulterio, no mates, no hurtes, no des falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre” (versículo 19).Es mas, puede ser que a algunos de ustedes no les gusta los Diez Mandamientos, pero a Jesús si. El los uso, y Pablo dice que son nuestros maestros y que nos llevan a Cristo. No pedes tener una conversión genuina si no estas dispuesto a cambiar y parar todas las cosas de arriba. En otras palabras, no puedes a menos de que quieras la santidad. Como viniste a Jesús, debes de enfrentarte a estas leyes morales y limpiar tu acto. El Evangelio popular de hoy es ven como eres, y quédate así porque toda la justicia que tienes viene de la sangre de Cristo. Estamos de acuerdo con el primer punto, ven como eres, pero después de eso tienes que dejar que tu sangre sea llena con la justicia de Dios. La santidad también tiene que estar en nosotros, y debe de llevar a pensamientos santos, acciones santas, y reacciones santas.

Ahora date cuenta que Jesús solo menciono cinco de los Diez Mandamientos. Ni siquiera los dijo en el mismo orden que están escritos en Éxodo. Primero dijo el séptimo, luego el sexto, luego el octavo, luego el noveno, y luego el quinto. No contó ni el primero, cuarto, o décimo. Los Diez Mandamientos pueden ser clasificados en dos segmentos: los primeros cuatro hablan de la relación entre Dios y el hombre, y los siguientes seis hablan de la relación entre los hombres. Date cuenta que los mandamientos que Jesús le contó a este joven solo eran los que trataban con la relación entre hombres. Así que Jesús, conociendo el corazón de este hombre, le dio los mandamientos que El sabia que el había guardado desde su juventud.

Ahora, mira a los mandamientos que le dijo Jesús. Puedes decir que, por la mayor parte, la gente que guarda estos mandamientos se puede ver como buenas personas en el reino de los hombres. Son honestos, personas morales, buenos vecinos, buenos pagadores de impuestos, y buenos padres. Yo creo que hay gente decente como esta en nuestras iglesias. El problema es que, porque piensan que tienen una buena relación con los hombres, piensan que son salvos. Eso es lo que tenemos en funerales. El predicador, en casi cada servicio funerario, va a decir, “Bueno, era un hombre bueno. Nunca lastimo a nadie, era buen padre, buen vecino, y un buen ciudadano. Por esto, el estará en el cielo.” La mayoría de la congregación esta de acuerdo con esto. Otros saben que están siendo dados una gran mentira.

Pero, amigo mió, Jesús le esta diciendo a la Iglesia Universal que el ser una persona buena no te va a salvar. También necesitamos una buena relación con Dios, la cual requiere la cruz. Tenemos a evangelismo sin cruz por todo el mundo. Este no es el Evangelio de Jesús. Pero quiero decirte que este hombre, aun si había cubierto estos cinco mandamientos desde su juventud, sabia que no era salvo. Ojala que todos los no salvos supieran que están perdidos. Así que, cuando llegamos al versículo 21, Jesús, mirándolo, lo amo, y le dijo: “Una cosa te falta, ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven, sígueme! Dirías que ahora Jesús esta llamando a este hombre a tener una relación apropiada con Dios? De nuevo, es necesario el abandonar todo y tomar tu cruz. Jesús dijo, “Hay algo, joven, entre tu Dios, y eso es el amor de el dinero. Te tienes que deshacer de eso antes de poder tener la vida eterna. Estas rompiendo el primer mandamiento, que dice 'No tendrás a otro Dios más que a Mí'. Tus riquezas y tu dinero se han convertido en un dios para ti. Tú también has roto el décimo mandamiento que dice que no debes de codiciarle nada a nadie. Tú codicias las cosas terrestres más que las celestiales. Lo que quiero que hagas para poder tener vida eterna es abandonar todo lo que tienes, y digo todo! Dice “Vende todo lo que tienes” y toma tu cruz y sígueme. Entonces tendrás vida eterna.” Ahora amigos, te voy a decir a cada uno de ustedes, aunque seas pastor, sirviente, o camarero, si no te as arrepentido de los pecados que han roto la Ley, tomado tu cruz y siguiendo a Jesús continuamente, no eres salvo. Por eso Jesús no le dijo a este hombre que tenia que nacer de nuevo porque el no era un candidato para este nacimiento, pero Nicodemo si lo era. Es por esto que luego oímos que Nicodemo se convirtió en un discípulo. Jesús enseño la Ley y el Evangelio, también Lutero, también Wesley, y nosotros deberíamos de hacerlo de la misma manera. De nuevo, en el modelo evangelista de Jesús, el primer punto es la Ley.

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