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366 devotional readings that will unlock the secret power to Abiding In Christ

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Reimar A.C. Schultze

Llamado a la Obediencia Archivo

"Acuerdate del dia de reposo para santificarlo"

 Pase tiempo especial con Jesús en cada uno de tus días de reposo.

Por si acaso te has preguntado si es necesario mantener la santidad del día de reposo, imagina esta situación en un servicio dominical: En el lado izquierdo del santuario está sentada una madre con sus tres hijos.  El esposo no está con ellos porque tiene que trabajar.  En el lado derecho del santuario, también está sentada una madre con tres hijos, pero el esposo sí está con ellos porque tiene que adorar a Dios los domingos.  ¿Cuál de las dos familias complace más a Dios, la madre que es el sacerdote de su familia en lugar de su esposo o el padre que es el sacerdote de su familia?

La Necesidad de Mantener la Santidad del Día de Reposo

            El mismo Dios que nos mandó ir a bautizar también nos mandó no dejar de reunirnos (Hebreos 10:25).  La observación del día de reposo es para el cristiano lo que el cubo de una bicicleta es para su llanta.  Para identificar la manifestación de la vida de Cristo en el hombre, solo hay que observar como pasa el día de reposo.  Por medio de estas observaciones podemos evaluar su carácter, sus prioridades y su amar para Dios.  También podemos predecir la fortaleza de su camino espiritual.  Como las radios sostienen la llanta, así también las acciones y pensamientos del hombre provienen de la forma en que observa el día de reposo.  “Acuérdate del día de reposo para santificarlo.”

            Cuando Dios le dijo a los israelitas que se acordaran del día de reposo, la palabra acuérdate indica que ellos habían observado el día de reposo en algún entonces.  Después de 430 años en Egipto, el pueblo de Israel se había olvidado de este mandamiento.  ¡Sigue recordando el día de reposo!

            El día de reposo fue instituido en Génesis 2:2-3: “Y acabó Dios en el séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.  Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”

            ¿Fue Adán judío o gentil?  Fue gentil.  Abraham, quien vivió más de 2000 años después, fue el primer judío.  La institución del día de reposo no fue solamente judía entonces, pero fue creada por medio de un mandamiento divino para todo hombre.  Esta institución fue creada por la sabiduría de Dios sabiendo Él que el hombre no podría servirle sin apartar un día dedicada solamente a ese ejercicio.  El reposo es espiritual, emocional, y físico.  Un rey francés una vez terminó la observación de este día y dentro de unos pocos días los caballos, asnos, y hombres empezaron a enfermarse del cansancio.  El rey revocó inmediatamente su decreto.  ¡Acuérdate del día de reposo!

            También aprendemos en Génesis 2 que Dios bendijo y santificó ese día.  No es posible bendecir o santificar ese día, porque Dios ya lo ha hecho.  Pero por medio de nuestro trabajo, acciones, pensamientos, y actividades desagradables sí es posible manchar ese día.  El día de reposo ya es santo y Dios nos ha mandado que lo mantengamos así.

¿Qué día es el día de reposo?

            Afortunadamente, en la era cristiana no tenemos que preguntar cuál de los siete días de la semana es el día de reposo.  Solo tenemos que decidir entre el sábado y el domingo.  Es una cuestión del séptimo día versus el primer día de la semana.  Es cierto que el día sábado, el séptimo día de la semana, corresponde con el día de reposo judío [Marcos 1:21; 6:2; Lucas 4:16, 31; 6:5,6] y con el séptimo día de la creación cuando Dios descansó.

            Pero es posible determinar el día exacto con respecto a la creación y a Génesis 2, y creer la teología incorrecta con respecto a la iglesia del Nuevo Testamento.  Es importante recordar que cuando Dios resucitó el domingo, el primer día de la semana, “las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).  El énfasis en el día de reposo de la creación fue reemplazada con un énfasis en el día de reposo del Cristo resucitado.  Desde ese momento en adelante, el primer día de la semana como el día del Señor.  Es por esto que el apóstol Juan dice en Apocalipsis, “Yo estaba en el espíritu en el día del Señor...” (1:10).  El día del Señor corresponde a su resurrección porque fue en ese día que Jesús se coronó Señor sobre el pecado, la muerte y las potestades de la tierra (Colosenses 2:15).  Desde la caída del hombre en el Edén la creación había estado esperando la resurrección.  Por eso el domingo reemplazó a el sábado como el día de reposo cristiano como podemos ver en los siguientes pasajes: “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba...” (Hechos 20:7), y “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado...” (I de Corintios 16:2).

            La primera observación que hace el Dr. Lucas sobre los cristianos en el aniversario de su iglesia es esta: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles...” (Hechos 2:42).  Desde el primer día de existencia de la iglesia, toda doctrina debe ser vista por ojos apostólicos.  El apóstol Pable llegó a ser al arquitecto primario de la teología cristiana.  Después de su conversión, fue a Arabia.  Allí el Espíritu Santo reveló a Pablo progresivamente y abundantemente al cuerpo principal de la doctrina de Cristo.  En sus propias palabras, “Pero cuando agradó a Dios...revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles...ni subí a Jerusalén...” (Gálatas 1:15-17).

            Pablo quiso prevenir que la doctrina cristiana fuera manchada con tradiciones o ritos judíos.  Parte de este esfuerzo de Pablo fueron sus reuniones regulares con los cristianos en el primer día de la semana (Hechos 20:7).  Su propósito de reunirse con los judíos fue en darles conocimiento de Cristo (Hechos 13:14, 44).

            Vale la pena notar que en el séptimo día, el sábado, Cristo estaba en la tumba.  En el primer día ya se había resucitado.  La cristiandad es una fe de los vivos en Cristo, no los muertos.  No somos salvos por la muerto de Cristo, sino por su vida como lo explica Pablo en Romanos 5:10, “...fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”

            A los que se preocupan con el pasaje en Romanos 14:5-6, donde Pable dice, “...otro juzga iguales todos los días,“ fíjense en esto: 1) Pablo les estaba hablando a los judíos cristianos que todavía tenían conexiones a las tradiciones judías antiguas; 2) La palabra igual que se usa aquí no se encuentra el los manuscritos griegos más viejos; y 3) la frase en verso 6, “y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace,” es dudosa que sea correcta ya que tampoco se encuentra en los manuscritos viejos, en la Vulgata latina, etc.

            Para resumir todo esto:

            Hemos establecido que Dios – a causa de nuestra necesidad física, emocional, y espiritual – nos ha mandado que descansemos un día a la semana y usar ese día solamente para el ejercicio religioso.

            Hemos establecido que es adecuado que el día de reposo sea igual para todos los cristianos para permitir la adoración colectiva.  Así también dice Pablo, “...no dejando de congregarnos, como algunos tiene por costumbre” (Hebreos 10:25).

            Finalmente, hemos establecido que el primer día de la semana, por dirección del Espíritu Santo, ha llegado a ser el día apropiado para la asamblea que debemos practicar regularmente hasta la segunda venida de Cristo como nos dirige Pablo, “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra” (II de Tesalonicenses 2:15).

¿Cómo Podemos Mantener la Santidad del Día de Reposos?

            Primero que todo, mantenemos la santidad del día de reposo por no trabajar.  Ni empezamos nuevo trabajo ni terminamos trabajo de la semana.  El mandato dice así, “no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija...” (Éxodo 20:10).  Yo he trabajado un domingo en toda mi vida y lo lamenta hasta este día.  Cuando fui a la universidad, nunca estudié los domingos.  Nunca permití que mis hijos trabajaran o hicieran su tarea los domingos.  Los domingos se deben dedicar a las cosas espirituales. 

            “Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado” (Isaías 58:13-14).

            El domingo se debe dedicar a la oración, la adoración, la meditación, la comunión cristiana, la exhortación, el estudio de la palabra de Dios, y la preparación para ser testigos de Jesús.

Dios Bendecirá a los Que Guardan sus Mandamientos

            Mi primer empleo después de graduarme de la universidad fue de investigador para el Departamento de Salud Pública de los Estados Unidos.  Conocí a mi jefe por primera vez en el elevador.  Mi jefe me dijo, “De vez en cuando vas a tener que trabajar un domingo.”

            Yo estaba desesperado por mi primer pago y mi esposa estaba embarazada con nuestro primer hijo.   En un instante vi a mi esposa con nuestros hijos sentada en la iglesia sola mientras yo trabajaba.  En ese momento decidí que no podía de ninguna forma trabajar los domingos y le dije a mi jefe.  Él me dijo que sin trabajar los domingos no podía trabajar para el departamento.  Yo respondí que regresaría a casa.  Cuando ya me iba a ir mi jefe me paró y me dijo que talvez sería posible que yo no trabajara los domingos.  Te puedo decir que no trabajé ningún domingo mientras trabajaba allí.  Dentro de un año ese mismo hombre me ofreció su posición.  Dios me bendijo por guardar el día de reposo.

¿Hay Excepciones?

            En Mateo 12 se encuentra una lista de excepciones al mandamiento del día de reposo.  Habían muchos trabajos que los fariseos no consideraban como violaciones del mandamiento, pero Jesús tuvo otra opinión, “y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo” (v. 7-8).

            Amigo mío, guarde el mandamiento.  Ayudará a tu corazón, tu familia, tu iglesia, y tu nación.

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